Páginas

16 mar 2015

Entre "pérdida" y "costo de oportunidad" hay una línea muy fina que separa sus conceptos. 
Cuando perdemos algo estamos conscientes de que ese algo no va a volver más, que ese algo no tiene retorno ni va a tener solución alguna en el futuro. De hecho no solo es algo que por conciencia sabemos que no va a estar más o que pasó el tren, también lo sentimos como una angustia que aprieta en el pecho, que empuja y te hace micro-cortes de respiración.
Perdemos tiempo, perdemos oportunidades, perdemos dinero, perdemos una apuesta, perdemos un desafío, perdemos eso que sabíamos que estaba atado a un riesgo entre Pérdida y Ganancia. 
Perdemos cuando estamos conscientes de que hicimos algo mal, que no nos preparamos para perder ese algo, nos castigamos internamente sin piedad. 
Cuando hablamos de "costo de oportunidad" también sabemos que eso está atado a un riesgo entre Pérdida o Ganancia. Pero con la mínima diferencia que elegimos perder. Cuando se elije se hace con el corazón, y preferimos perder porque sabemos que detrás viene algo mejor o algo que trae mayores oportunidades en el futuro. Es el valor que preferimos descartar por decisión propia. No sentimos dolor. No sentimos ahogo. Sentimos un poco de miedo. Sentimos un poco de intriga. 


Como dije hay una línea muy fina que separa sus conceptos. Se llama decisión o elección propia. Y se debe hacer tanto con la cabeza como con el corazón. 


                 

  

   

                                                   

¡No hay comentarios que me motivan a dar y ser más!!:

Publicar un comentario